El poeta Rumi (1207-1273) dijo que “la herida es el lugar por donde entra la luz”.
Shandong es un lugar que sufrió dolor; parte de ella vino de Japón. Y de Japón es la inspiración que tomamos para revelar estas huellas. Kintsugi, el arte de reparar cerámica rota uniendo las partes rotas con laca espolvoreada o mezclada con oro en polvo. Un objeto roto que deja de servir y se desecha, su función se transforma en otra: un mensaje activo resaltado por las grietas. El objeto roto pasa de ser una cosa a ser un gesto gráfico que nos anima a emular su poderosa transformación y, metafóricamente, la herida pasa de ser un rastro de oscuridad a ser una ventana de luz. De esta forma, como metáfora, queremos enfatizar esas grietas, en la tierra y la memoria, patrimonio que necesita ser expuesto, como oro. Las partes rotas, las grietas y las juntas entre las grietas son los elementos que utilizamos para reconstruir el territorio y su memoria, y transformarlo en un parque cultural significativo (con alguna esperanza de curación).